domingo, 14 de abril de 2024

Hizo "agua"...

En una jornada para un rápido olvido, Morón nunca pudo “hacer pie” frente a uno de los máximos candidatos al ascenso, y no sólo por la incesante lluvia y el consecuente barro de una noche impiadosa de tormenta, sino por la jerarquía individual y colectiva que impondría durante los 90’, un Colón de Santa Fe que resolvería el pleito, en apenas un tiempo, para luego administrar ventaja y juego, por momentos, casi a voluntad.

Con el regreso de Rodrigo Arciero a la banda derecha de la defensa, en reemplazo del suspendido Facundo López, expulsado hace una semana en Isidro Casanova, el equipo de Fabián Nardozza jamás encontró el rumbo de un desafío complicado desde el a priori, pero que se iría haciendo aún más “cuesta arriba”, con el correr de los minutos, en un campo de juego imposible por las condiciones climáticas y un rival también, paulatinamente imposible, pero por las condiciones de sus nombres propios.

Así las cosas, mientras el barro y la lluvia conspiraban contra la posibilidad que los de “mejor pie” del local, pudiesen hacerse del balón para intentar progresar desde el juego asociado, obligando a Morón a cambiar su “libreto”, por un estilo más directo, de menos traslado y más pelotazos, la mayor parte del tiempo sin destino cierto, el “Sabalero”, desde la categoría de Sebastián Prediger para hacerse dueño del mediocampo, bien secundado por Alexis Sabella y Federico Joudan, comenzaría a encontrar los mejores sectores para “lastimar” al Gallo, en especial, por la franja derecha de su ataque, a espaldas de Nicolás Henry y el cierre forzado de Agustín Gómez.

Y precisamente en ese “hueco”, tras un par de intentos previos (con una gran atajada de Juan Martín Rojas), Colón hallaría la primera ventaja, a los 20’ de juego, en una acción muy similar al gol del empate de Almirante Brown, la fecha pasada: Henry que rechaza de cabeza y queda adelantado, lo que posibilita la habilitación de Jourdan por derecha, con destino a un solitario Braian Guille (intratable e incontenible durante toda la destemplada noche del Oeste), que aprovecharía el “señuelo” que el propio Jourdan ensayaría con su diagonal hacia el centro, para atraer la atención de los centrales del Gallo y permitir que Guille llegase casi debajo del arco, sólo perseguido por Juan Manuel Olivares, desde atrás y con temor de cruzarlo y cometerle penal, para que el “falso 9” de Colón (a la postre, el mejor del partido y de una visita con varios puntos altos), para definir entre las piernas de Rojas, en su intento de “achique”.

Si el desarrollo del encuentro ya le resultaba esquivo a Morón en el 0 a 0, con los problemas de siempre en el fondo, sin poder dominar la pelota en el medio y con envíos frontales sin destino en ofensiva, en ventaja la visita iría ganando en confianza y asentándose mejor que Morón en su propio campo de juego, por cuanto no seria de extrañar que llegara al 2 a 0, a los 43’ del primer tiempo, luego de un desborde por izquierda, el posterior centro que no podría ser rechazado en el área del Gallo, “pifia” mediante, para que Ignacio Lagos aprovechara tantas ventajas juntas, para llevarse la pelota y someter por segunda vez a Rojas, con un remate potente y alto, contra el poste de mano diestra del arquero de Morón.

Mientras tanto, la única que generaría el local en aquella primera etapa, sería un cabezazo de Gonzalo Berterame (bien contenido por Manuel Vicentini),  ingresando al área, como siempre en diagonal, tras un centro desde la izquierda de Nicolás Henry.

Ya en el complemento, bajo una “cortina” de agua y un terreno decididamente intransitable, Colón manejaría terreno y balón, por momentos casi a voluntad, con chances claras para aumentar la cuenta, un par de ellas resueltas “in extremis” por Juan Martín Rojas.

Recién en el último cuarto de hora, cuando las reservas físicas visitantes parecieron comenzar a escasear, Morón pudo llevar algo de peligro a un muy cómodo Vicentini, más a fuerza de voluntad que de lucidez ofensiva.

Entre la impiadosa lluvia, el barro y la impotencia local, el partido se extinguiría con el triunfo 2 a 0 del “Sabalero”, que bien pudo ser incluso más amplio, por la jerarquía individual y colectiva de un Colón, que resultó demasiado para las limitaciones de Morón, que ante uno de los grandes candidatos “hizo agua” y no dio la medida.

Ahora, a visitar Río Cuarto.

 

@elgallogustavo.




domingo, 7 de abril de 2024

Era "Fragata" hundida y Morón le perdonó la vida

Morón hizo (casi) todo para volverae de Casanova con los tres puntos, pero debió conformarse con un empate a uno, refrendable en la previa, pero con gusto a poco, por cómo se dio el trámite del partido.

Y es que el Gallo fue más que Almirante, en el global de los 90', fue protagonista y superó en el juego al local, que no tuvo otra opción que jugar de contragolpe, aún frente a su gente, y cuando Morón se quedó con un jugador de menos, a falta de quince minutos para el cierre del encuentro, aún así el equipo de Nardozza no se vio desbordado por un modesto Brown, pudiendo incluso llevarse el partido, en los pies de Gonzalo Berterame, el mejor de la cancha y autor de la apertura del marcador, en el epílogo de la primera parte.

Con los retornos desde el minuto cero, tanto de Ezequiel Rescaldani como de Santiago Sala, en reemplazo de Matías Romero y Jonathan Cañete, respecto del once de inicio frente a Atlanta, desde el pitazo inicial de Yamil Possi, Morón se plantó en terreno rival y poco le importó el escenario adverso, ya que asumió el protagonismo casi exclusivo del encuentro, con el buen andar de sus medios, tanto de Gastón González como de Juan Manuel Olivares, sumados a un Julián Vitale cada vez más asentado como único volante central y el gran momento de Berterame, que volvería a anotarse en el marcador, por segundo cotejo consecutivo, importante en el retroceso defensivo y preponderante en cada diagonal en el áerea contraria.

Sin pasar zozobras en defensa, aunque sin inquietar tampoco en el arco de enfrente, el Gallo parecía encaminarse a un cero a cero parcial, con buenas sensaciones, pese al domino territorial y de balón no traducido en situaciones de riesgo, hasta que a los 45 de la etapa inicial, González cediera a Nicolás Henry por izquierda y del centro largo y profundo al segundo palo, emergiera Gonzalo Berterame para empujarla de "pecho" al gol y a pesar de la escasez de ocasiones de gol, "premiar" el protagonismo y el andar más sólido del Deportivo Morón en Isidro Casanova.

Y habría tiempo para más, en el agregado, con una patada de expulsión de Facundo Miño, el primer marcador central local, en perjuicio de Rescaldani, que Yamil Possi no se animó a sancionar con la severidad que requería el golpe artero, "maquillando" la sanción con una amarllla, que terminaría por perjudicar a Morón, máxime teniendo en cuenta la diferencia de "vara" aplicada en el complemento, con la roja a Facundo López.

Así como Morón "pegó" al final del primer tiempo, en una de las escasas acciones bien hilvanada por Almirante en todo el partido, casi desde el vestuario el local hallaría un empate impensado, a partir de una gran pelota "filtrada" por Santiago Gauna, entre un adelantado Henry y un Agustín Gómez que no llegaría al cierre, para que el resiliente Brian Fernández, mano a mano con Juan Martín Rojas, la impulse con clase a la red, para convertir su primer gol desde septiembre de 2023, jugando para el Morelia de México y desde 2022 en nuestro medio... Justo frente a nosotros, a los seis minutos del segundo tiempo y en otra falla compartida y costosa de la defensa visitante.

Daba la sensación que, de no haber permitido ese desliz evitable de poner a Brian Fernández, con todos sus problemas personales, pero también con su enorme jerarquía a cuestas, de cara a Rojas, casi en la primera acción sería del complemento, Almirante podría haber intentado toda la tarde sin ideas. Era cuestión de no equivocarse en defensa y Morón una vez se equivocó y permitió que el mejor de Almirante lo aprovechase.

Con el empate en uno y el apoyo de su gente, "La Fragata" se envalentonó y tomó los hilos del encuentro, buscando un triunfo que cortara con 14 años sin festejos ante el Gallito, protagonismo que profundizaría con torpeza y sin argumentos futbolísticos, en los últimos quince de juego, cuando Yamil Possi se volviera a equivocar feo en perjuicio de Morón, con la expulsión por doble amonestación de Facundo López, cuando la primera amarilla ni siquiera había sido infracción.

Sin embargo y pese al jugador de menos, el equipo de Fabián Nardozza no perdería la línea y bien pudo ganarlo en una contra, que encontró una vez más a Gonzalo Berterame frente a Ramiro Martínez, arquero local, pero esta vez se impondria en el duelo personal, el "Mono" y capitán del elenco de Isidro Casanova.

Empató Morón ante Almirante y sumó en un escenario siempre difícil, aunque dado el desarrollo de los 90 y pico, el punto resultara con sabor a poco.

En la goleada ante Atlanta y el 1 a 1 en Casanova, Morón mostró otro semblante individual y colectivo, que ahora deberá ratificarlo nada menos que ante Colón, uno de los líderes y máximos candidatos al ascenso.

Era "Fragata" hundida y Morón le perdonó la vida.


@elgallogustavo.


       📸: Eduardo Fabián Acuña.


lunes, 1 de abril de 2024

Hasta siempre, "Polaco"...

En la mañana de este lunes 1° de abril, se conoció la triste noticia de la desaparición física del "Polaco", Alejandro Estanislao Semenewicz, uno de los mayores emblemas y mejores defensores en la historia futbolística del Deportivo Morón.

A los 74 años, mientras trabajaba siempre ligado al fútbol (en este caso, en la captación de jóvenes talentos en Independiente), la muerte sorprendió tempranamente a aquél que consiguiera el ascenso a Primera con el Gallo, con tan sólo 19 años, en 1968 (había debutado un año antes), para luego de convertirse en ídolo de Morón, en el 70' emigrar a Independiente de Avellaneda, consiguiendo nada menos que cuatro copas Libertadores consecutivas (del 72' al 75') y tres Interamericanas.

También fue uno de nuestros "embajadores" futboleros que llegó a la Selección Nacional, debutando con la "celeste y blanca" en el día de su cumpleaños, el 1° de junio de 1972, frente a Chile en Santiago.

Más tarde, el fútbol llevaría a Alejandro Semenewicz a Colombia, más precisamente a Atlético Nacional, para luego regresar a nuestro país y desempeñarse en Cipolletti de Río Negro,  Platense y cerrar el círculo, nuevamente en el Deportivo Morón, donde se retiraría en 1982, tras 120 partidos con la casaca del Gallito (en dos ciclos, 1967/1969 y 1981/82), con un gol y muchísima gloria.

Hasta siempre, "Polaco".


@elgallogustavo.



Domingo de Pascuas, "resurrección" del Gallo

Y en pleno domingo de Pascuas, la "resurrección" fue del Gallo, que goleó con autoridad 3 a 0, nada menos que a su histórica "bestia negra", Atlanta y recuperó la confianza y la sonrisa, luego de semanas difíciles para el plantel y el cuerpo técnico.

Morón "pegó" en los momentos justos, al inicio de cada tiempo y luego administró la diferencia con inteligencia, quedándose con tres puntos vitales, no sólo para la tabla de posiciones, que lo reubica en zona de clasificación al torneo Reducido, sino y fundamentalmente, para reivindicarse ante su público y cambiar la pálida imagen de los últimos dos partidos.

Y es que el Gallito encontró la primera diferencia en el "amanecer" del partido, luego de un tiro de esquina desde la izquierda, rechazado a medias por el "resbalón" de un defensor "Bohemio", para que el balón le quedara a Gonzalo Berterame (a la postre, la figura del encuentro), cuya excursión rumbo al área fuera detenida con una torpe infracción por Ivo Costantino, el "gigante" delantero centro visitante, que alguna vez se "rumoreara" como refuerzo del equipo de Nardozza.

Luego de un par de minutos de reclamos infundados, por parte del banco de Atlanta, la categoría de Gaston González marcaría la diferencia en el "cara a cara" con Bruno Galván, para poner la pelota alta y en el centro del arco, lejos del alcance del "1" ex Morón, para que la noche empiece a "amigarse" con el irregular andar del Gallo, a los 5 minutos de iniciado el juego.

Tras la temprana apertura del marcador, Morón volvería a cometer el mismo error que ante San Telmo, cediéndole a la visita terreno y balón, sufriendo con algunos envíos áreos al área de Juan Martín Rojas, en especial desde el sector izquierdo, con un Federico Bisansz indescifrable para los defensores locales.

Sin embargo y más allá de algunas zozobras en la "cancha de arriba", la defensa del Gallito no pasaría grandes apuros, con Brian Machuca como lateral diestro (en lugar de Rodrigo Arciero), un gran partido de Facundo López como primer marcador central (en el podio de los mejores de la noche), con Agustín Gómez y Nicolás Henry (otro de buen rendimiento, hasta que sus recurrentes problemas físicos le dijeran "basta") por el andarivel zurdo.

En el mediocampo, Julián Vitale, en su mejor partido desde su arribo, reemplazaría a Pablo Ferreira como volante central, con Berterame a la derecha y Juan Manuel Olivares y Gastón González, ambos de buen partido, alternándose entre externos por izquierda o internos un poquito más adelantados.

Destacable lo de Olivares que, con un desgarro frente a Deportivo Madryn, hace escasos quince días, apuraría los tiempos naturales de su recuperación para cumplir con su técnico y amigo, y devolverle la confianza dentro de la cancha, con gambeta, despliegue y panorama para marcar la diferencia.

En ofensiva, aún sin Ezequiel Rescaldani, Matías Romero volvería a calzarse la "9", con Jonathan Cañete partiendo unos metros más atrás, generando con los medios de buen pie, algunos encuentros interesantes, a uno o dos toques, algo que no se veía en el equipo desde las jornadas iniciales del torneo.

Salvo un cabezazo de pique al piso de Bisanz, ingresando por el segundo palo, Morón se iría al descanso en ventaja y sin sofocones importantes, ganando en confianza en lo individual y colectivo, con el correr de los minutos en aquella etapa inicial, pese al repetido mal estado del terreno del Nuevo Francisco Urbano, que no colabora para nada, con el juego asociado que plantea Fabián Nardozza y su cuerpo técnico.

Ya en el complemento y cuando recién ambos equipos se estaban "acomodando", un "rodeo" de Gonzalo Berterame para dejar fuera de acción a su marcador, haciendo "equilibrio" sobre la línea de banda derecha, habilitaría a Machuca en ofensiva, para prolongar dentro del área a Santiago Sala (una vez más, de muy buen ingreso, en el entrenamiento y por Cañete) y de cuyo centro bajo y "envenenado", Matías Romero la empujara al gol por el segundo palo, para el 2 a 0 de Morón a los 4' de reiniciado el pleito.

En Morón, el 2 a 0 al inicio de la segunda mitad, refundaría en una invalorable cuota de tranquilidad para seguir manejando los tiempos del partido, mientras que en Atlanta operaría el lógico efecto adverso, desdibujando paulatina y definitivamente, a un "Bohemio" sin ideas y desconocido para lo que estamos acostumbrados a "padecer" en cada enfrentamiento, a lo largo de la historia.

De hecho, las jugadas más peligrosas de Atlanta, nacerían de malos rechazos locales, como el cabezazo de Agustín Gómez que obligaría a Rojas a sacarla del ángulo o la "pifia" de Pablo Cáceres que se iría rozando la base del poste derecho.

Como contrapartida, el ingresado Agustín Curruhinca dilapidaría una contra inmejorable, escapando en velocidad y en solitario, rumbo al mano a mano con Galván, pero entendemos que un mal pique, en el control final, le simplificaría las cosas al hoy "1" visitante, para llegar antes y abortar lo que indefectiblemente era gol de Morón.

Hasta que en el segundo minuto agregado, otro contragolpe con superioridad numérica, permitiría que Santiago Sala enfrente a Bruno Galván y con varias opciones de pase por derecha, decidiera jugarse la individual, clavando un golazo contra el parante más lejano del arco visitante, para delirio dentro y fuera de la cancha, consumado el 3 a 0.

En domingo de Pascuas, la "resurrección" fue del Gallo.".

"La casa está en orden". Y ahora llega Almirante.


@elgallogustavo.



      📸: Deportivo Morón.


domingo, 24 de marzo de 2024

Sin respuestas, ahora también de visitante

Morón jugaba un pobre partido en Zárate, carente de ideas y fútbol, que parecía encaminado inexorablemente, a otro empate en cero, en una continuidad de la pálida imagen de la fecha pasada en el Oeste, ante el frágil Deportivo Madryn, hasta que en el cuarto de hora final, un Defensores Unidos "agazapado" de contra, sacaría provecho de los insolubles problemas del Gallo en el retroceso, para ganar la "cuerda" por izquierda (previsiblemente sin lateral natural, por el recurrente cambio de Facundo López por Rodrigo Arciero) y definir la réplica por el lado opuesto, tras el rechazo inicial de Juan Martín Rojas ante el remate de Rodrigo Juárez, usufructuado sin oposición por Franco Caballero.

Iban 29' del complemento y Morón empezaba a complicarse la tarde solo y de manera definitiva, ante un rival tan módico como el propio equipo de Fabián Nardozza, comenzando a quedarse el CADU con tres puntos insospechados y hasta injustos, no por mérito de la visita, sino por el demérito de ambos, en un partido que, en términos de "justicia", debieron haberlo perdido los dos, si es que eso existiera en el fútbol.

Con las ausencias obligadas por lesión, tanto de Juan Manuel Olivares y Ezequiel Rescaldani, reemplazados por Agustín Curruhinca y Matías Romero, respectivamente, sumados a la variante táctica de Jonathan Cañete en lugar de Pablo Cáceres, Morón manejaría el balón por varios pasajes del encuentro, con una tenencia tan repetida como improductiva, sin lucidez para generar el espacio, tocando por abajo, ni capacidad y puntería para ganar de arriba, en alguno de tantos centros.

Como contrapartida, Defensores Unidos se sentiría cómodo cediéndole la iniciativa a la visita y esperando replegado para salir de contra, algo que recién lograría con acierto en el último cuarto de hora de partido, con los ingresos de ambos goleadores, Franco Caballero y Rodrigo Juárez, éste ultimo con una gran definición, a falta de dos minutos para el tiempo cumplido, cuando ya Morón estaba "partido" en el medio, sin Pablo Ferreira en la contención (sustituido por Patricio Núñez), algo también recurrente, cada vez que el Gallo está en desventaja.

A excepción de una volea inmejorable de Cañete, dentro del área, bien controlada por Fabricio Henricot, el "1" local, un cabezazo desviado y desde buena posición de Santiago Sala (ambas recién en el complemento), más un tiro libre sobre el parante izquierdo de Gastón González, ya con el resultado 0-2, Morón no pudo ni supo preocupar a la última línea del CADU, mientras que el local, casi sin proponérselo (y por las ventajas que otorgara la visita en el retroceso defensivo),  logró encontrar los caminos al gol, en el último cuarto de hora, a partir de los cambios propuestos por Santiago Davio, su entrenador.

En definitiva, final con nueva derrota para Morón, que esta vez no tuvo dos "facetas", como sucediera en los partidos anteriores, repitiendo también de visitante su pobre actualidad en condición de local.

Y encima se viene Atlanta, en la próxima jornada, con todo su historial en contra.

Aunque, más que la historia, lo que más preocupa de este Morón, es su flojísimo presente y la falta de respuestas, tanto dentro como fuera de la cancha.


@elgallogustavo.



      📸: Deportivo Morón.


lunes, 18 de marzo de 2024

La "media inglesa", al revés...

Morón volvió a demostrar, una vez más, que tiene una fisionomía de visitante y otra muy diferente de local, para igualar en cero con un pobre Deportivo Madryn, uno de los equipos más flojos de la Zona "B', de la Primera Nacional.

Pese a merecer el triunfo, por iniciativa y empuje, al cabo de 90' "soporíferos", para un rápido y "piadoso" olvido, el Gallo no pudo ni supo pasar de la igualdad a cero, ante un rival candidato al descenso, que estrenando DT (el "Tano", Leandro Gracián), supo abroquelarse con acierto en defensa, desnudando las repetidas falencias del equipo de Nardozza, para imponer condiciones y hacerse fuerte en el Nuevo Francisco Urbano.

Con Facundo López, en lugar del suspendido Brian Machuca y el retorno de Pablo Ferreira, por un lesionado Julián Vitale, tras la "novela" protagonizada por el joven volante central de Morón, el "cerrojo" defensivo de Deportivo Madryn, resultaría indescifrable para un Morón, otra vez sin ideas ni variantes ofensivas para quebrar el cero.

Y es que Morón, salvo en contados momentos, en los que logró acorralar a su rival contra su arco, apenas si pudo generar tres o cuatro situaciones claras de gol, demasiado poco para un equipo que venía de ofrecer otra imagen, en su victoria en Rafaela.

En un primer tiempo con buenas intenciones, pero escasísimos recursos, un Gallo sin las sociedades futbolísticas que necesita para desequilibrar a su adversario, debió recurrir al recurso no habitual del centro para la cabeza de Ezequiel Rescaldani, siempre bien resuelto por una doble línea de cuatro visitante, atenta y expeditiva a la hora del rechazo defensivo.

La temprana ausencia por lesión de Juan Manuel Olivares, de buen partido ante Rafaela, profundizaría los problemas de Morón para generar fútbol, que no sufriría en defensa (por la decisión táctica de su rival de "aguantar" el punto) y al mismo tiempo, evidenciaría la anemia ofensiva de un equipo repetido y previsible, irreconocible respecto del once que se trajera tres puntos merecidos y hasta "épicos" (por el empate transitorio y el arbitraje) de su incursión por el "Monumental" rafaelino.

Con demasiado poco para destacar, de un primer tiempo flojísimo, en el complemento la visita sorprendería con un par de cambios, que lo situarian unos metros mas arriba y con otras ambiciones, "espejismo" que duraría apenas cinco minutos y un par de aproximaciones (ni siquiera, llegadas), hasta que el local se reacomodara en el "raleado" campo de juego, retomando la dinámica aburrida de un Morón impotente y un Deportivo Madryn más que amarrete.

Si apenas un cabezazo de Agustín Gómez al travesaño y un remate de Facundo López rechazado por el arquero, devenidos del buen ingreso de Patricio Núñez, despertarían del "letargo" al público en el Oeste, más lo que podría obligar y generar Agustín Curruhinca, alternando buenas y no tanto.

Para preocupar, las lesiones de Olivares y Nicolás Henry, ya "entre algodones" desde la fecha pasada y la desafortunada jugada en la que Rescaldani, terminaría con una rodilla "averiada", por un rival que se desplomaría encima suyo. 

Ni hablar de la acción que pudo cambiar el curso del resultado, pese a lo pobre de lo demostrado por Morón, con un penal no cobrado en perjuicio de Santiago Sala, tan evidente como las dudas que generaban en la previa, la designación de un árbitro malo y permeable a los "mandados" de AFA, como Julio Barraza, alguien que de no mediar su amistad personal con Beligoy y "Chiqui" Tapia, debería hace rato haber dejado el referato, por el bien del corrompido fútbol argentino.

Y no pasó mucho más, en 90' y pico para un rápido olvido.

Morón cosechó su primer empate en el torneo, en un paupérrimo partido frente al último de su zona.

Eso es lo malo repetido.

Lo bueno?... La próxima fecha vuelve a jugar de visitante.

La vieja "media inglesa", pero al revés.


@elgallogustavo.




sábado, 9 de marzo de 2024

Mejor de visitante, que de local

Morón ganaba merecidamente uno a cero y no pasaba sofocones, en su visita siempre complicada a Rafaela, hasta que a los 13 minutos del complemento, una infracción inexistente de Brian Machuca, derivaría en su errónea expulsión por doble amonestación, condicionando el resto del partido a un equipo de Fabián Nardozza, que tenía todo controlado, ante un rival sin ideas ni sorpresa para buscar el empate.

Pero esa acción, "pecado" de un Álvaro Carranza, árbitro del encuentro, de aceptable desempeño hasta ese momento, en su debut absoluto dirigiendo la Primera Nacional, implicaría un punto de inflexión en el desarrollo del juego, con un Rafaela que recién entonces podría "arrinconar" contra su arco, con más ganas que fútbol, a un Gallo que justificaba la diferencia y de no mediar un par de intervenciones magistrales de Mayco Bergia, arquero local, se hubiese ido al entretiempo incluso con una ventaja mayor en el resultado parcial.

Luego de la derrota con San Telmo, otra vez, en el Nuevo Francisco Urbano y la semana "enrarecida" por la "novela" de Pablo Ferreira, que se ausentara de la concentración previa al cotejo con el "Candombero", por una deuda económica, Fabián Nardozza repetiría el once de inicio ante la "Crema", en un partido que parecía implicar a priori, bastante más que tres puntos necesarios y de visitante.

En los primeros minutos, con mucha marca y pocas acciones de peligro, Morón se plantaría mejor en el campo de juego, con la "manija" de un Juan Manuel Olivares, activo y preciso, como respondiendo a las críticas justificadas tras su muy flojo partido precedente, sumándose a un Gastón González que parece sentarle muy bien ese terreno de juego y a la postre, la figura del encuentro, para entre ambos comenzar a cimentar la superioridad de un Morón, que además contaría con una versión apenas mejorada de Julián Vitale y una partido sacrificado y determinante de Gonzalo Berterame, autor del gol del triunfo y en el segundo escalón de un podio, completado pe Juan Martín Rojas, otra vez decisivo en atajadas vitales para mantener a la visita en ventaja, en especial en el segundo tiempo.

A los 20' de iniciado el pleito y cuando el local se reducía a centros para la cabeza de Lucas Albertengo o Nazareno Funez, Morón comenzaba a hilvanar sus mejores circuitos futbolísticos, avisando con un gran remate desde afuera de Olivares, que el arquero local alcanzara a rechazar sobre el travesaño.

Y a los 23' del primer tiempo, luego de un tiro de esquina desde la izquierda de Gastón González, la pelota al área resultaría rechazada de cabeza y recuperada en la puerta de la misma por Berterame, para que una vez más el "Melli" desequilibre y envíe un de rastrón y con mucho "veneno" al segundo palo, para que Agustín Gómez se redima de sus últimas malas performances y como un delantero, se anticipe a un ex Morón, Francisco Oliver, para empujar el balón al gol y poner uno a cero al Gallo con absoluta justicia.

De allí y hasta el final de la etapa inicial, Rafaela intentaría con empuje, pero sin generarle peligro al arco de Rojas y como contrapartida, Gastón González estaría a nada de anotar dos goles de antología, el primero tomándola de sobrepique, fuera del área, cuyo remate con destino de red apenas podría ser "arañado" por Bergia, y de esa manera desviar su trayectoria para que impacte contra el travesaño y casi en el epílogo, desde su propio campo, colocarla por encima del arquero, apenas ancha.

Ya en el complemento, con Facundo López en lugar de Rodrigo Arciero (amonestado y al borde de la roja, siempre a destiempo y provocando faltas), Rafaela intentaría forzar el desarrollo a su favor, pero un Morón bien plantado y con mejores argumentos futbolísticos, lo reducirían a la mínima expresión, haciendo que la visita imponga su juego y no sufra las urgencias de su rival.

Sin embargo, a los 13' de la etapa final, un debutante Álvaro Carranza, que saldría mucho más riguroso tras el entretiempo (en especial, respecto de las sanciones a la visita), sancionarla una infracción inexistente en favor de Rafaela y con ella, de manera insólita le sacaría la segunda amarilla a Brian Machuca, de correcto partido, al igual que sus compañeros de la defensa, dejando a Morón con un jugador menos y modificando drásticamente el desarrollo del partido.

Con Emilio Lazza y Mariano Bracamonte, en lugar de Olivares y Nicolás Henry (con visibles molestias físicas) y unos minutos más tarde, los ingresos de Santiago Sala y Agustín Curruhinca por Pablo Cáceres y un extenuado Gastón González, Morón dejaría que Rafaela lo presione contra su arco, a base de centros y escasas ideas, esperando el momento justo para liquidarlo de contra, hasta que a los 35', un descuido defensivo le permitiría invertir los roles y poner a Funez de punta por afuera, para ganar la "cuerda" por la derecha y tras su centro bajo, y el rechazo a medias de Rojas, el rebote le quedase servido a Lucas Albertengo para empujar la pelota al empate.

Y cuando parecía que la "noche" se le venía a Morón, de manera injusta, porque hasta el empate tenía sabor a poco, cuando once contra once no había pasado zozobra alguna, una contra letal del Gallo, que sorprendió muy mal parado a Rafaela, terminaría con Santiago Sala de cara al arco y con la posibilidad de ensayar su zurdazo, habilitaría con inteligencia a Gonzalo Berterame, por el centro, para que el incansable siete "bravo" del Gallito, cara a cara con el golero local, lo venciera con un remate bajo, potente e inapelable, para volver a poner justicia en el marcador.

Más allá de los siete (!!) minutos agregados y una atajada magistral de Juan Martín Rojas, evitando un nuevo empate en tiempo cumplido, por un remate "a quemarropa" en el área, del segundo marcador central, Rodrigo Colombo, Morón se quedaría con tres puntos tan necesarios como merecidos, que de no mediar el yerro determinante del árbitro, en la errónea expulsión de Machuca, seguramente lo hubiese conseguido de igual forma, pero sin tanto sufrimiento.

Mejor de visitante, que de local, el Gallo deberá hallar la regularidad que le permita aprender a convivir con la presión en el Nuevo Francisco Urbano, para evitar los vaivenes que lo hacen pasar, del cielo al infierno, en cuestión de apenas una semana.

Y también, evitar la "novelas" internas que enrarecen el clima, máxime en ausencia de palabras oficiales, estableciendo condiciones claras con todos los actores, incluso con el main sponsor que paga cuando quiere y hoy representa tres cuartos del presupuesto mensual.

Regularidad y "patos en fila".



@elgallogustavo.




       📸: Deportivo Morón.